Las Torres del Parque (oficialmente Residencias El Parque) es un conjunto residencial del centro de Bogotá, construido en la zona oriental de la localidad de Santa Fé, en el barrio La Macarena. Está compuesto por tres edificios de ladrillo diseñados por el arquitecto colombiano Rogelio Salmona entre 1965 y 1970. El conjunto rodea la Plaza de toros de Santamaría a cuya forma circular responde su diseño curvo. Su silueta evoca asimismo los cerros orientales de la ciudad.
Características
El proyecto fue promovido por el Banco Central Hipotecario, que buscaba construir viviendas de clase media en un predio en las inmediaciones del centro.
Las torres que componen el conjunto son, de norte a sur, la C, la A y la B. La más alta, la A, tiene 37 pisos. Con sus 117 m y gracias a su elevada ubicación en el piedemonte del cerro de Monserrate es una de las de mayor altura de la ciudad. Por su parte, las torres albergan 294 apartamentos de diferente superficie. Los ejes compositivos de las tres construcciones giran en torno al centro de la Plaza de Toros. Los dos inmuebles laterales se escalonan hacia ella, combinando en esa composición los Cerros Orientales.
Un aspecto relevante de la obra es que una gran parte de su área se consagra al espacio público, pues tres cuartos del terreno disponible se destinaron a jardines, caminos y plazoletas. Según el arquitecto Salmona, la intención era “crear el edificio a través del espacio abierto, como generador del espacio cubierto”. Las áreas comunes de los edificios constituyen en efecto un continuo con el Parque de la Independencia, constituyendo una gran zona verde pública que se extiende hasta la carrera Séptima. La calle de las Escalinatas es el punto de empalme entre las Torres, el Parque de la Independencia, la Plaza de Toros y el Planetario. En su parte inferior se encuentra de hecho una estatua de Copérnico.
Uso del ladrillo
Uso del ladrillo
Por su parte, el empleo del ladrillo como principal material de la obra responde a razones sociales, económicas y estéticas. En efecto, explica el arquitecto, el ladrillo "se hace con el barro y da trabajo a mucha gente, (...) es un material que usa con munificencia los albañiles bogotanos, (...) su color es variable, de acuerdo con la luz y crea destellos de luz y sombras muy bellos, (...) y la arquitectura de ladrillo está relacionada con la vegetación bogotana, es una de las tradiciones de la ciudad, usar en forma adecuada su vegetación".
El jurado del premio Alvar Aalto tuvo en cuenta esa característica de su obra para concederle el galardón en 2003: "Salmona se convirtió en maestro por derecho propio por el use de materiales auténticos, ladrillo y madera, y tiene un acercamiento totalizador a la arquitectura que incorpora diseño de paisajes y planificación urbana".
Rogelio Salmona. (París, 1929 - Bogotá, 2007) Arquitecto colombiano. Interrumpió sus estudios para ir a trabajar al estudio de Le Corbusier en París de 1949 a 1958, tras haberle conocido durante la visita que Le Corbusier hizo a Colombia en 1947 con motivo del Plan de Bogotá. Salmona aprovechó esa estancia en la capital francesa para asistir a los seminarios que Pierre Francastel estaba dando en La Sorbonne.
El jurado del premio Alvar Aalto tuvo en cuenta esa característica de su obra para concederle el galardón en 2003: "Salmona se convirtió en maestro por derecho propio por el use de materiales auténticos, ladrillo y madera, y tiene un acercamiento totalizador a la arquitectura que incorpora diseño de paisajes y planificación urbana".
Rogelio Salmona. (París, 1929 - Bogotá, 2007) Arquitecto colombiano. Interrumpió sus estudios para ir a trabajar al estudio de Le Corbusier en París de 1949 a 1958, tras haberle conocido durante la visita que Le Corbusier hizo a Colombia en 1947 con motivo del Plan de Bogotá. Salmona aprovechó esa estancia en la capital francesa para asistir a los seminarios que Pierre Francastel estaba dando en La Sorbonne.
De regreso a Colombia, continuó sus estudios en la Universidad de los Andes, donde obtuvo el título de arquitecto en 1962. Aunque recibió influencias del maestro belga, su obra se orientó hacia el conocimiento de la tradición de su país.
Utilizó materiales autóctonos, como el ladrillo típico de la región de Bogotá, y adecuó su arquitectura al paisaje y la luz colombiana. En colaboración con Guillermo Bermúdez ganó el primer premio del concurso para la urbanización El Polo, donde utilizó el ladrillo visto, combinado con elementos típicos de movimiento moderno, como eran las ventanas corridas dispuestas en posición horizontal.
Los más notables arquitectos colombianos han asumido la arquitectura del ladrillo, construyendo ejemplos de una genuina arquitectura nacional, ya reconocida internacionalmente, y cuyo máximo exponente fue Rogelio Salmona. En 1970 diseñó para el BCH el conjunto residencial Torres del Parque, sobre el costado oriental de la Plaza de Toros de Santamaría, en Bogotá; las tres torres marcaron un hito en la implantación de una obra contemporánea en el contexto urbano y en el manejo esmerado de formas y materiales, en especial del ladrillo, que llegaría a tener una influencia innegable en la arquitectura colombiana.
Sus obras acusan también una reflexión profunda sobre el entorno urbanístico de cada construcción y una peculiar "poética" y tratamiento de sus espacios y materiales, ya sea la piedra de la región en la Casa de Huéspedes Ilustres, en Cartagena (1978-1986), o el ladrillo en el Centro Jorge Eliécer Gaitán, de Bogotá, en construcción desde 1980; el Museo Quimbaya en Armenia (1988); la sede de la Fundación FES en Cali (1990); el Archivo General de la Nación (1994) y el centro comunal (1997) que se integran al contexto del proyecto de urbanización ya mencionado de la Nueva Santa Fe, en Bogotá.
Entre sus últimos proyectos sobresale la biblioteca Virgilio Barco de Bogotá, inaugurada en 2001. Dos años más tarde, Salmona fue galardonado con el premio Alvar Aalto, otorgado por la Asociación Finlandesa de Arquitectos (SAFA).
El arquitecto e historiador Alberto Saldarriaga ha caracterizado los últimos diseños de Salmona como una "arquitectura de los espacios de transición", en la que "la espacialidad se trabaja con la idea de generar umbrales, filtros espaciales, mediadores entre el interior y el exterior, entre lo público y lo privado". También destaca su afirmación del lugar en que esa arquitectura se erige, así como su sensible manejo de las texturas y, por consiguiente, de la luz.
Rogelio Salmona ganó diversos galardones (como el premio Nacional de Arquitectura de Colombia) que lo señalaron como una de las figuras más importantes de la arquitectura latinoamericana. Fue fundador de la Fundación Pro-Ciudad, organización que se encargaba de la protección y el desarrollo de Bogotá y otras ciudades colombianas.